La sensación de lujuria es adictiva y cambiante. La satisfacción va más allá del placer. Pensamientos que invaden, intimidan e invitan al placer de dar rienda suelta a los deseos profundos que guardamos como tesoros oscuros e intensos de nuestro morbo incansable.
Seré sólo yo??? Es una pregunta sin respuesta y en esta mi lujuria orgullosa de ser indomable.